Luis Caballero Mejías, nació en Caracas el doce de diciembre de 1903 y muere el 12 de octubre de 1959 a sus 55 años. Hijo de Don Francisco Caballero Hernández y Doña Luisa Mejías Paz Castillo. Huérfano a corta edad y quedando bajo el cuidado de sus tías las cuales le prodigaron toda clase de cuidados y desvelos.
Comenzó sus estudios en el Colegio Francés de Caracas, donde demostró tener aptitudes para el estudio (era inteligente, gran carácter, imaginativo e independiente). Él sabía que la vida le deparaba situaciones extraordinarias y difícil, el cual le obligó a tomar desde muy temprana edad sus propias decisiones. Sus principales bases para esto fueron: su entereza, tenacidad, independencia, y espíritu.
Sus decisiones indeclinables de joven audaz aventurero, hicieron lo demás y fue lo que lo llevó a adoptar desproporcionadas decisiones para su edad y que en su caso tenían justificadas explicaciones, por que en él, casi se producían de forma simultánea, tanto es así que llega a impregnarse en él una particular filosofía, que podría resumirse en: "HAZ PRIMERO, EXPLICA DESPUÉS".
Luego de terminar sus estudios, sintió una atracción por los estudios técnicos los cuales le obligaron a ir a Chile para proseguirlos.
Cuando llegó a Chile, quedó impresionado por la Cordillera de los Andes, su proximidad y blancura que le acompañarían durante cinco hermosos años. Desde el primer contacto con chile, sintió que se le abría delante de sí un país hermoso.
Como una segunda madre fue para el joven Luis Caballero Mejías la Escuela de Artes y Oficios. Para él la denominación de Madre Escuela, que recibió la Escuela de Artes y Oficios, adquirió para él, una especial significación.
En cada maestro él veía a su padre, en cada compañero veía a los hermanos que no tuvo; les brindaba y recibía su calurosa comprensión y amistad.
Es conveniente y necesario, situar la permanencia del estudiante Luis Caballero Mejías en la escuela de Artes y Oficios de Santiago de Chile, desde su ingreso en 1925 hasta su egreso en diciembre de 1929, todo lo cual nos hace comprender mejor el régimen de vida y de estudio, como alumno becado e interino.
Es nombrado ingeniero jefe de los astilleros de Puerto Cabello, al regresar a Venezuela. Es allí donde comienza a enseñar al llevar a un grupo de jóvenes para que aprendiesen un oficio, esta preocupación pone de relieve sus inquietudes de maestro. Igualmente a su paso por la industria ferrocarrilera observa la necesidad de formar a los jóvenes trabajadores en el conocimiento de un oficio.
Es nombrado Director de la Escuela de Artes y Oficios de Caracas en 1935 y logra que en 1937 el Ministerio de Educación le dé el nombre al plantel de "Escuela Técnica Industrial".
En 1958, con el inicio de la nueva era democrática, es llamado por las autoridades educacionales y nombrado director de la Dirección de Educación Artesanal, Industrial, y comercial. Durante su ejercicio se estructuró el sistema de educación técnica en el país.
Para infortunio de la sociedad venezolana, murió el 12 de octubre de 1959 cuando tanto se esperaba de él.
El maestro como le decían sus alumnos, no vivió lo suficiente como para ver su obra culminada sobre el politécnico, del cual, al mencionarlo decía: "De allí saldrán mis muchachos ingenieros industriales." Pero sí debió intuir que la obra quedaría concluida, porque su trabajo había sido arduo, había trazado caminos y creado conciencia sobre el particular. En este sentido L.C. Mejías expresaba: "El politécnico ha de ser, necesariamente, la culminación del sistema de educación industrial ya establecido en Venezuela, y por el cual debemos luchar. . ."
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